Otra noche como tantas.
Como tantas otras que pasaron,
y que lamentablemente parecen proyectarse en forma indefinida.
La oscuridad lo abraza y la soledad lo acompaña,
mientras gotas se deslizan por los ventanales y por sus mejillas.
Muy despierto, no puede evitar esos pensamientos.
Ella sigue importándole mucho,
y él encuentra su único reparo en el alcohol.
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