miércoles, 28 de julio de 2010

Chau profesor Juan

Juan era el profesor de música de la escuela primaria. La verdad que no tenía un vínculo especialmente cercano (y mucho menos casi quince años después de haber terminado la escuela), pero es una de esas personas que estuvieron presentes en la memoria. Recuerdo las clases de música con alegría. Juan siempre llegaba con su guitarra, pedía prestado un capuchón de Bic para usarlo como púa (no cualquiera puede, eh), y hacía que todos cantásemos grandes hits desconocidos como “Mi tío Mario”, “El espejo”, y otros un poco más populares como “Acuarela” y “Dulce Daniela”. También me acuerdo de otra que decía “yo tenía un avión que quería volar, y subía y bajaba, y subía y bajaba, y al cielo quería llegar”. Y finalmente el profesor Juan llegó al cielo.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Y ahora me lo venis a decir?

Juan Perugia es un artista. En su juventud se convirtió en una estrella televisiva y gozó de mucho éxito y popularidad que no supo conservar, y con el paso de los años fue cayendo en el olvido. Quince años más tarde, y después de varios intentos fallidos por recuperar su lugar en los medios, no baja los brazos e insiste continuamente para alcanzar su meta. No es nada fácil, pero él ve muy claro cual es el camino que tiene que seguir; tiene un objetivo en mente, que es lo primordial.
Pero además de ser un artista, es una persona. Vivió nueve años enamorado de Luz, sufriendo en silencio por la aparente imposibilidad de concreción de ese amor. La amistad le permitía tenerla cerca y disfrutar de su presencia, aunque esto alimentase su herida. Finalmente ellos terminan juntos, pero después de un par de años él sigue enfocado en cumplir su meta, y poco a poco empieza a descuidar la pareja. El egoísmo lo ciega, al punto tal de que Luz, cansada de postergaciones, decide dejarlo. Juan, pese al dolor de la ruptura, sigue por su camino, creyendo tal vez que si alcanzaba su objetivo se solucionaría todo. Hasta que en un momento entiende que estuvo remando contra la corriente y hacia mar adentro. Por fin puede tener una visión más clara de donde está parado, y se da cuenta que en ningún momento estuvo cerca de cumplir su sueño, y que su empecinamiento lo llevó a perder al amor de su vida.

Esa es la sensación, la de estar parado al borde de la nada, con los éxitos pasados justamente ahí, en el pasado, y sin una meta ni un amor que acompañen. Eso definitivamente no es una “perugiada”.

lunes, 19 de julio de 2010

Viejo en bolas

Hace unos diez días, volvíamos con Gonza del cumpleaños de Ceci. Era la madrugada del 9 de julio, y ya eran más de las 3 de la mañana cuando veníamos caminando por Coronel Díaz, a unas cuadras de la avenida Santa Fe. Pasamos por la puerta de un bar, que claramente estaba cerrado. No era un bar nocturno, sino uno de esos cafés comunes y corrientes. Su interior estaba completamente oscuro, pero la luz de la calle dejaba ver lo suficiente como para que ese espectáculo no pasara inadvertido: un señor desnudo sentado a una mesa. Si, así como suena. Lo vi, me vio, y no pude sostener la mirada, así que me di vuelta y le comenté a Gonza. Él también miró para adentro, y vio cómo el viejo estiraba los brazos como queriendo decir “sí, estoy en pelotas”. Por suerte la mesa le tapaba de la panza para abajo, así que sólo pudimos ver su torso. Tuvo tanto de desagradable como de bizarro.

sábado, 17 de julio de 2010

...

De algún modo eso fue lo que pasó.

jueves, 15 de julio de 2010

Top 5 de alfajores

Hoy en día hay infinidad de variedades de alfajores, no obstante, ya casi no soy un consumidor activo. Y en mi infancia, cuando si comía, el espectro de marcas era mucho más acotado. Podría haber ido a saquear un kiosco y así convertirme en un catador de alfajores especializado, pero no. Simplemente me tomé unos minutos, y confeccioné el siguiente ranking:

#5: Terrabusi blanco
No tiene mucho misterio, pero de los alfajores clásicos es el más rico, y el glaseado que tiene es lo más.

#4: Suchard
En su momento era mi preferido, y nunca entendí por qué dejaron de hacerlo. Además es el que impuso las tapas duras.

#3: Balcarce de frutilla
Qué genio al que se le ocurrió hacer un relleno de frutilla. Hoy no se, pero además en mi infancia el único lugar donde se lo podía conseguir era en Mar del Plata, lo cual lo convertía en algo mucho más preciado. Cuando paso por un local de Balcarce no puedo evitar entrar y comprarme uno.

#2: Shot
El día que lo probé por primera vez sentí un éxtasis de placer. Hasta ese momento pensaba que todas las cosas ricas ya habían sido inventadas. Tiene todo lo que una persona le puede pedir a un alfajor.

#1: Blanco de Bagley
La saga Blanco y Negro está en lo más alto de alfajores inventados en la historia de la humanidad, y entre ellos dos el Blanco es claramente superior. Pero cabe destacar que no son los mismos de hoy en día. Durante unos años los dejaron de fabricar, y cuando volvieron al mercado ya no eran lo mismo. Pero aquel de nuestra infancia, bañado en chocolate blanco y con pedacitos de maní en su cubierta no tiene rival.

martes, 13 de julio de 2010

Tic

Cuando era más chico (porque lo sigo siendo) me acuerdo que se decía mucho que cuando se te calentaban las orejas era porque en ese momento alguien estaba hablando mal de uno. Cosa parecida era cuando te latía un ojo, que significaba que próximamente uno iba a ver a alguien inesperado. Cuando de repente y sin ningún motivo aparente te acordabas de alguien era porque esa persona estaba pensando en uno. Cuando te agarraba un hormigueo en el brazo izquierdo… ah, no, eso era otra cosa.

Desde hace un par de semanas que me está latiendo un ojo. O mejor dicho, más que un latido es como que me tiembla muy levemente el párpado. No se qué es. Capaz que todas esas habladurías eran ciertas, y es porque es algo grandioso todo lo que voy a ver en los próximos meses. O por ahí me estoy volviendo loco. En las películas el loco siempre suele tener alguna especie de tic nervioso en un ojo, que se le entrecierra.

Sea cual fuere el motivo, la imponencia del Machu Picchu me va a dar la respuesta.

domingo, 11 de julio de 2010

Chau mundial

Y un día se terminó el mundial. Meses, años de ansiedad en aumento esperando el arranque de la copa del mundo, y cuando te querés dar cuenta ya hay un nuevo campeón. La verdad que es un mes que pasa muy rápido.

Por mi parte fue uno de los mejores mundiales, o por lo menos el que más pude disfrutar. Ya de por sí, la mascota creo que es la que más onda tuvo, y la canción (no la de Shakira, sino la de K’Naan) también fue una de las mejores. Hasta debo reconocer que se me pegó un poco el Waka Waka. El hecho de que sea el primer mundial en el continente africano, creo que le dio un color extra a todo el evento, y hasta las vuvuzelas le dieron un toque a ese entorno.

Cuando empezó la copa hace cosa de un mes, apareció una ilusión por la selección argentina, que fue creciendo durante los tres partidos de la primera fase, hasta que apareció el dèja vú del 2006. Y un poco eso también fue alimentado por la infinidad de coincidencias que había con el mundial del ’86. Pero por más que hayamos quedado afuera en cuartos y por goleada, me parece que el seleccionado hizo un laburo más que digno, y nada quita la alegría y ese efecto mundialista vividos durante esos veinte días.

También lo disfruté porque pide ver muchos partidos. Obviamente me perdí algunos, porque es inevitable teniendo que trabajar, peto de los 64 partidos que se jugaron pude ver 39. No me importó tener que levantarme los fines de semana a las ocho de la mañana; es más, lo disfruté.

Hubo grandes momentos que festejé, como las eliminaciones de Italia, Francia, Inglaterra y Brasil. Después de Argentina, los dos equipos que más disfruté de ver fueron Uruguay, casi como si fuéramos hermanos, y Ghana, que a partir de ahora los banco a muerte.

Llegó el final de Sudáfrica 2010, y ahora para que vuelva a aparecer la fiebre mundialista no queda más que esperar el 2014, y por qué no con la idea de poder viajar a Brasil.

viernes, 9 de julio de 2010

Alimentación

Creo que ayer tuve una alimentación bastante deficiente. Creo.

11:00 hs > Café con leche con 7 galletitas Variedades de Terrabusi.
16:00 hs > Mate.
19:30 hs > Licuado de banana y un tostado de jamón y queso.
23:45 hs > Cerveza.
02:30 hs > Una empanada de carne.
05:00 hs > Medio vaso de Coca-Cola.
05:30 hs > Yogurt de frutilla.

Eso fue todo lo que comí, desde que me levanté hasta que me acosté.

martes, 6 de julio de 2010

Perros de la calle II

Esta mañana en el laburo estaba escuchando la radio como todos los días, y Andy Kusnetzoff dice que no tenía ganas de hacer el programa tal como lo tenía pensado, porque estaba con muchas pilas y entonces prefería abrir la línea telefónica para atender e intentar dar una mano a los oyentes que necesitaran algo. Así que marqué el número, me pude comunicar sin tener que insistir demasiado, y esto fue lo que pasó:

lunes, 5 de julio de 2010

Este invierno no va a hacer frío

Hace cosa de dos años MG supuestamente iba a arrancar con un emprendimiento de estampado de remeras. Yo le pedí una que llevase impresa una frase característica mía, como lo es “este invierno no va a hacer frío”. Hice el diseño, de lo pasé, y el se comprometió a hacerla. Pasaron los días y las semanas, y no había novedades. Acusó que tenía que ir a comprar remeras y el material para estampar.

Ayer me llega un mensaje de texto suyo, simplemente reproduciendo mi frase. Sin dudas era el día ideal para esa vestimenta.

jueves, 1 de julio de 2010

Cierta autoridad pasajera

Julián todavía estaba cruzando por el puente de la Panamericana para ir a tomar el colectivo, cuando vio que en la parada había no menos de doce personas. No había una fila formada, sino que era de esas paradas que tienen un techito y la gente a medida que va llegando se acomoda en el lugar que más le parece.

Se quedó parado a un costado, fuera del perímetro marcado por el techo, intentando que su presencia sea lo más desapercibida posible. La gente lo fue mirando a medida que se acercaba, pero una vez que pasó a formar parte de ese grupo de desconocidos le restaron importancia. Sin embargo, él se sentía como un novato en medio de todas esas personas que vaya uno a saber hace cuánto estaban esperando el colectivo. Julián estaba un poco fastidioso porque llevaba cierto retraso, pero sabía que todavía no estaba en condiciones de hacer ningún tipo de reclamo por la demora del transporte. De todos modos su ansiedad se hacía evidente ya que no podía evitar moverse y resoplar, y no faltó la persona que con total justicia le clavó una mirada reprensiva, lanzada con la autoridad que tenía en ese momento para con Julián, que sabía que estaba en inferioridad de condiciones.

Minutos más tarde pasó un colectivo de las varias líneas que paraban ahí, y algunas de las personas que lo antecedían a Julián se fueron en él. La situación se repitió más de una vez, con lo cual él ya prácticamente era de los que estaban hace más tiempo, con excepción del que lo había mirado mal y otro más. Nuevas personas se habían acercado, también a la espera de un vehículo, generando en Julián un sentimiento de superioridad, de poder, de haber ascendido de escalafón y ya no ser él el novato, lo cual se potenció al máximo en cuanto el de la mirada y el otro se retiraron. Ahora él era la autoridad suprema en la parada, se había hecho acreedor de un liderazgo implícito pero existente al fin. De los presentes ya nadie lo había visto llegar, sino que todos lo habían encontrado ya ahí parado, lo cual le daba el derecho y hasta la obligación de moverse libremente de un lado para el otro. Ya no tenía que intentar pasar desapercibido, sino que hacía uso de su rango mostrando su fastidio más que nunca, incluso con algún que otro insulto por lo bajo. Cuando nuevas personas se arrimaban, se daba el lujo de mirarlos fijamente a los ojos, sabiendo que aquellos no harían más que quedarse esperando el colectivo y sin chistar, por lo menos hasta que él ya se hubiese ido, y su cargo fuese heredado por su predecesor.