martes, 24 de agosto de 2010

Hasta la vuelta



Ya está. Llegó el día del viaje. Supongo que serán unos tres meses aproximadamente que estaremos junto a Victor viajando y recorriendo Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. No hay demasiado programado, y esa es la idea. Estar abiertos a conocer nuevos lugares, nuevas constumbres y todas las cosas que van a ir apareciendo en el camino.

Así que el blog quedará un poco pausado. De todos modos, la idea es ir actualizando algunas cosas durante este tiempo, y también estará el otro blog del Viaje Chocomágico, que supongo que va a estar un poco más actualizado.

Un saludo a todos, y nos vemos a la vuelta.

lunes, 23 de agosto de 2010

Musica

Hace bastante que no subo nada, y eso que tengo tiempo libre ahora que soy un desocupado. Pero bueno, cosas que pasan. Y esta es casi una actualización de relleno, con una autisteada que me mandé. Estaba armando un compilado musical que estoy armando desde hace unos cuantos años, basado en lindas canciones que sonaron mucho en la Metro, y que me quedaron grabadas. Y bueno, casi sin querer salió esto.
Saludos.

viernes, 13 de agosto de 2010

Cosas que pasan

01.
Subí a un colectivo, y veía algo raro en el interior del mismo. Miré bien y me di cuenta que no tenía ventanas. Es decir, no tenía ventanas movibles, sólo unos enormes paneles de vidrio fijos. Decí que es invierno y no es tan necesario, pero no quisiera viajar ahí en el verano, sin una gota de aire.

02.
En un paquete de Variedades de Terrabusi me tocó una galletita mutante, uno de esos errores de fabricación que resulta simpático encontrar. Era una mini Lincoln pero con su cara plana recubierta por el glaseado rosa que tienen los anillitos. Fue más agradable a la vista que al paladar.

03.
La ley de atracción funciona. Estaba sentado plácidamente en el colectivo. Al subir había puesto atención en un tipo que me pareció que era el padre de un compañero del colegio. Por un momento dudé en preguntarle, pero no hice nada. Algunas cuadras más adelante, el tipo se dirige hacia la puerta y justo cuando pasaba a mi lado se ve que perdió el equilibrio, cayendo de espaldas sobre mi cabeza. Como yo estaba distraído eligiendo una canción en mi reproductor de música, no lo vi venir. Impresionante el dolor de cuello que me dejó.

04.
Mis sueños son cada vez menos oníricos. Cuando era más chico tuve una época en que casi instantáneamente me daba cuenta de estar soñando, por lo que podía controlar lo que pasaba y hacer lo que quisiera. Iba un poco en contra de la esencia del sueño, pero tenía su onda. Los actuales son peores. El otro día soñé que iba por la calle siguiendo a una chica que llevaba puesta mi campera porque alguien se la había prestado. Siguiendo la corriente de que uno es protagonista de sus sueños, la chica no tendría que haberse escapado como lo hizo, por asustarse de mí.

05.
El viernes pasado, último día que tuve que ir a mi actual ex trabajo, al volver a casa me confundí de ramal de colectivo, cosa que nunca me pasó en los cuatro años que trabajé ahí. Me di cuenta cuando vi que no iba por colectora. Le pregunté al chofer si paraba en Márquez, y éste me respondió “noooo… voy derecho hasta 202”, con cara de que le había pifiado feo. Así que no me quedó otra que sentarme y ver como me alejaba. Bajé en ruta 202, y por suerte ese día tenía monedas de más. Igualmente debo reconocer que no estaba tan mal la zona, y un poco disfruté ese viajecito.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Bufón de Dios

A veces pienso que Dios (en caso de que exista) me toma el pelo y disfruta jodiéndome un poco. Ojo, capaz que justamente existe y no me merezco su ayuda. Pero yo tampoco le pido que me ayude, con que no me tome de punto por mi está bien; que me ignore sería todo un avance.Después de largos meses de una monotonía absoluta, bastó que decidiera emprender un viaje para que empezasen a caer planes y cosas para ese período en el que voy a estar ausente.

Primero una gran cantidad de bandas internacionales confirmaron su visita a nuestro país, como no veía desde hace bastante tiempo. Los que me conocen saben que soy medio “loquito” de los recitales, y si bien hubiese sido económicamente imposible asistir a todos, hay unos cuantos a los cuales me gustaría mucho ir. Pero no, me voy a tener que quedar con las ganas. Además un amigo va a tocar en Niceto. Si bien la banda no es algo que me apasione demasiado, como evento en sí es algo importante, un salto a otra categoría, un momento que está bueno presenciar, pero no voy a estar.

También apareció una posibilidad laboral, para hacer finalmente algo de lo que estudié, cerca de casa, trabajando junto a otro amigo, y con muy buen sueldo. Lástima que me voy de viaje. De todos modos esta oferta quedó momentáneamente pausada.

Y después sale lo de la fiesta Poch, que fue sin dudas lo que más me molestó. La Poch es una fiesta que se organiza entre un grupo de amigos, y que explota en fantasía. Ahora hace dos años que no se hace, principalmente por lo complicado que resulta conseguir un lugar acorde. Y después de tanta espera, se consiguió organizar una nueva para la semana siguiente a mi fecha de salida. Igualmente estamos trabajando en el asunto.

Pese a todo, el viaje sigue firme, aunque yo se que seguramente Dios tiene un par de cartas más bajo la manga. Ya me la veo venir que en estos días que me quedan conozco al amor de mi vida, y que partir implica renunciar a él… pero fue, que la sigan mamando.

domingo, 8 de agosto de 2010

Tarta de manzana

Estábamos solos con mi hermano en la casa de mi abuelo, y sobre la mesa de la cocina había una tarta de manzana, de las que suele hacer mi vieja cada tanto. Me daba ganas de comer una porción, pero no sabía si hacerlo porque había otras tortas más. Sobre la cama de mi abuelo había bandejas con por lo menos cuatro variedades de tortas, de las cuales recuerdo una de frutillas con crema, que ya tenía una porción cortada. No se por qué estaban sobre la cama, pero estaban ahí. Al final me dejé llevar por mis ganas, y me puse a cortar una porción de la de manzana.

Quiero saborear la tarta, pero abro los ojos y me doy cuenta que fue un sueño. Es domingo 8 de agosto, día del niño, y si bien ya no lo soy, hubiese estado buena la materialización de ese rico postre.

Al mediodía fuimos a lo de mi abuelo, y después del almuerzo me llevo una gran sorpresa al ver que sobre la mesa hay ¡cinco variedades de tortas! Incluyendo una de manzana. Muy zafado.

De todos modos estaba muy lleno así que no probé ninguna.

miércoles, 4 de agosto de 2010

1001100010110

La trampa fue desactivada.

domingo, 1 de agosto de 2010

Fin de una etapa laboral

El viernes fue mi último día de trabajo. La decisión de renunciar fue mía, para poder hacer el viaje que tendrá comienzo en las próximas semanas, pero es una sensación extraña la de estar de repente a la deriva. No pasé nunca por la situación de estar en bolas, sin trabajo. Y yo imaginaba que cuando decidiera irme del laburo iba a ser porque ya tenía asegurada otra cosa, algo mejor, algo relacionado con lo que estudié, la certeza de estar agarrado a una nueva liana antes de haber soltado la anterior.

Pasaron más de cuatro años desde que empecé a trabajar en Probattery. Me acuerdo del primer día, que llegué muy temprano, y me sentía raro usando zapatos y camisa, no sabía que hacer; era una estatua. Pero fui aprendiendo, me fui familiarizando, hasta llegar al punto de sentirme muy cómodo con el trabajo, haciendo la mía, manejándome los tiempos, vistiéndome como quiero. Pero a veces la comodidad no resulta del todo buena, porque uno se queda con eso, estancándose, y cada vez resulta más difícil arriesgarse a algo nuevo. Si bien hace ya bastante que yo estaba muy tranquilo, por lo general sin mayores conflictos, trabajando pocas horas y pasándola bien con mis compañeros, estaba sintiendo también frustración, por haber terminado la carrera hace casi dos años, pero siguiendo en el mismo laburo. Y si bien no estoy renunciando por un progreso a nivel profesional, creo que de todos modos significa un avance. Y estos días resonó mucho en mi cabeza la canción de Gustavo que dice “poder decir adiós es crecer”.