jueves, 14 de enero de 2010

Una calle

Hay calles por las cuales es mejor no volver a transitar. Pasajes por los cuales uno pudo haber circulado cientos de veces, pero que en un determinado momento, y por un hecho muy puntual, toman otra significancia en la vida. Es como ese disco que a partir de aquel día nunca más pudiste poner, pese a que no tenga ni un solo rincón sonoro mal construido, y que aquellas veces que por casualidad llegaron a tus oídos los acordes de sus canciones, percibiste cómo algo aparecía repentinamente dentro tuyo, comenzando en el pecho, luego expandiéndose por todo el cuerpo erizando los vellos, y culminando con un fluir a través de los ojos.

Pero estas calles, si bien pueden provocar lo mismo, no tienen un final ya establecido que está a sólo unos minutos de distancia como en las canciones. Por esto es que en caso de encontrarse uno en una de ellas, tiene que hacerse lo posible por huir antes de que sea demasiado tarde, ya que se corre el riesgo de quedar atrapado en una prisión mental.

Las calles de los primeros besos deberían ser clausuradas.

4 comentarios:

  1. Sos una mina,,,

    PD: si tuvieses huevos diria que sos un traba,,, pero bueno,,, todos sabemos que no.

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  2. Dolinista hasta la médula. Me encanta.

    Hablando de eso, cuando fui a comprar El Ángel Gris me topé con un empleado de Librería que se autodefinió como Dolinista, y me hizo fumar toda una explicación sobre los relatos, las grabaciones y blaHBLAHBLAH. (Era interesante, pero estaba apurada).

    Mañana te mando plano y recorrido y TODO.

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  3. Hoy pasé por una esquina del reencuentro y pensé, nunca más voy a poder pasar por este lugar sin verme en ese abrazo.

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