En Tilcara nos encontramos con Tato, un amigo que el año pasado decidió instalarse allá, viviendo de las artesanías. Después de recorrer las ruinas del Pucará, nos alcanzó la noche con su increíble manto estrellado. Al día siguiente, después de ir a conocer la Garganta del Diablo, nos despedimos de Tato y partimos hacia Humahuaca.
Que buenas fotos
ResponderEliminarlas fotos no son nada comparadas con el lugar, je
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