sábado, 9 de febrero de 2013

Vacaciones colombianas, parte 3

Recorriendo Bogotá
con la plena luz del día
la ciudad me parecía
similar a Potosí.
Y no lo digo porque sí
o por mera comparación,
sino que tengo razón
en haberlo visto así.

Con las calles muy angostas,
con subidas pronunciadas
y fachadas decoradas
con pinturas de colores,
el aspecto es como los de
aquellos pagos potosinos
que con Víctor recorrimos
en aquellos años nobles.

Caminamos ciertas cuadras
y después de un tiempo andar
fuimos en funicular
hasta un cerro elevado,
mas como estaba nublado
no había una vista buena,
por lo que ha sido una pena
que no estuviese soleado.

Comimos unas arepas
y tomamos unos tintos;
pero el término es distinto
al usado por argentinos,
ya que el tinto no es un vino
sino un negro cafecito,
que tomamos despacito
planeando nuestro destino.

Con pasaje a Medellín
fuimos a la terminal.
La idea no estaba mal,
de viajar toda la noche
para aprovechar el coche;
ahorrarnos el hospedaje
y así dormir en el viaje
para evitar el derroche.

Pero pese a que el micro
poseía calidad,
presentó incomodidad
a la hora de dormir;
casi no pude concebir
el sueño, y el conductor
manejando era el peor,
exponiéndonos a morir.

...Continuará

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