lunes, 24 de enero de 2011

Odisea de una entrevista laboral

Hace casi un mes, el 27 de diciembre, me llamaron de una de las tantas empresas a las que estuve mandando currículums en el último tiempo, para que me presentara a una entrevista laboral al día siguiente. Ya había ido a unas cuantas durante esas semanas, pero ésta me resultaba de especial interés porque era para un puesto de editor de video. Así que me dirigí durante el mediodía a la zona de microcentro, bajo un sol agobiante. Al ser 28 de diciembre, por un momento pensé que todo podía llegar a tratarse de una muy buena broma del día de los inocentes, ya que la entrevista era en un piso 25 sobre Florida, y no tenía recuerdos de que existiesen pisos tan altos sobre esa peatonal. Pero no, estaba todo bien.

Dos personas se encargaron de entrevistarme: primero una chica de recursos humanos, quien me hizo las típicas preguntas, y luego el gerente de sistemas, quien me consultó para ver que nivel de manejo tengo sobre determinados programas. Me retiré conforme de ahí, y ellos quedaron en avisarme durante los primeros días de enero, ya sea si pasaba a una segunda ronda o si quedaba todo ahí.

El 7 de enero volvieron a comunicarse conmigo: pasé a una segunda ronda de entrevistas para el 11 de ese mes. Llegado el día me hice presente otra vez en el piso 25, y fui recibido una vez más por el gerente de sistemas. Me preguntó que tipo de equipo y programas necesitaría yo para poder trabajar cómodamente, y después tuve que hacer una pequeña edición, sólo a modo de prueba. Me dijo que el puesto tenía que ser efectivizado a la brevedad, así que antes del siguiente fin de semana me iban a estar llamando para confirmarme si estaba o no dentro de la empresa.

Ese jueves recibo un llamado, pero para acordar una tercera entrevista. Esta vez me recibió otra persona, en lo que para mi fue algo absolutamente prescindible, ya que no se habló ni me preguntó nada nuevo. Según sus palabras a más tardar el lunes 17 ya iba a estar la resolución.

El martes me llaman y me comentan que quedamos dos personas preseleccionadas. En caso de seguir estando interesados en el puesto, un psicólogo se comunicaría con nosotros para acordar una fecha para hacer los exámenes psicotécnicos, y una vez que estuviesen los resultados de los mismos, habrá una última entrevista con alguno de los directores de la empresa para definir quien queda.

Hace un par de horas me llamó la psicóloga, y mañana tengo que ir a encontrarme con ella. Para mi gusto como que se está estirando demasiado el asunto.

6 comentarios:

  1. Tranqui Pana
    No estoy de acuedo con ese manoseo pero bueno es lo que hay como dice Franco.
    BUENAS ONDAS desde acá
    Un abrazo

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  2. CHe, considerando que en el Blog firmás con tu nombre... no será que no te conviene referirte a esto al menos hasta que te contraten? No sería raro que googleen al potencial nuevo empleado

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  3. Es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Además no hablé mal de nadie.

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  4. No mariconees ahora, que estás cerquita.
    Ah, el contador de visitas nuevo, el que es muy guachiguau, te tiró que el período de prueba vence mañana. Dice que no seas rata y lo pagues si lo querés usar.

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  5. si, lo acabo de ver. me engañaron como a una colegiala enamorada.

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