Paul McCartney confirmó que va a tocar en Buenos Aires. Increíble. Fue parte de la banda más grosa de todos los tiempos, y es un mito viviente; sin duda habrá que ir a verlo.
El día que salen las entradas a la venta me voy hasta el club Defensores de Belgrano, para no tener que pagar el recargo de Ticketek, pero al llegar a la boletería me informan que los lugares que quedaban costaban de $900 para arriba. Es una locura, no puedo pagar tanto, así que con toda la decepción me vuelvo a casa, sabiendo que acababa de esfumarse mi única posibilidad de ver a Paul.
A tan sólo dos días del recital, mi amigo el Dr. Coco se gana un par de entradas en el laburo y que me invita a mí. La felicidad misma. Ya lo había dado por perdido, y aparece una nueva oportunidad.
Llegó el día. Vamos para el estadio y nos ubicamos en un lugar más o menos libre. Zarpado, nunca estuve tan lejos de un escenario en toda mi vida. Paul era un píxel a la distancia, pero Dios bendiga a las pantallas gigantes que son la salvación.
El tipo se pasó tocando, se nota que es groso, y la banda que tiene suena de puta madre. Y además es muy simpático, haciendo bromas todo el tiempo, bailando entre tema y tema, y esas cosas. Para mi el pico del recital fue con la seguidilla Let It Be, Live And Let Die y Hey Jude, con explosiones y fuegos artificiales de por medio, generando una energía increíble.
Resumiendo en una sola palabra: espléntiful.
El día que salen las entradas a la venta me voy hasta el club Defensores de Belgrano, para no tener que pagar el recargo de Ticketek, pero al llegar a la boletería me informan que los lugares que quedaban costaban de $900 para arriba. Es una locura, no puedo pagar tanto, así que con toda la decepción me vuelvo a casa, sabiendo que acababa de esfumarse mi única posibilidad de ver a Paul.
A tan sólo dos días del recital, mi amigo el Dr. Coco se gana un par de entradas en el laburo y que me invita a mí. La felicidad misma. Ya lo había dado por perdido, y aparece una nueva oportunidad.
Llegó el día. Vamos para el estadio y nos ubicamos en un lugar más o menos libre. Zarpado, nunca estuve tan lejos de un escenario en toda mi vida. Paul era un píxel a la distancia, pero Dios bendiga a las pantallas gigantes que son la salvación.
El tipo se pasó tocando, se nota que es groso, y la banda que tiene suena de puta madre. Y además es muy simpático, haciendo bromas todo el tiempo, bailando entre tema y tema, y esas cosas. Para mi el pico del recital fue con la seguidilla Let It Be, Live And Let Die y Hey Jude, con explosiones y fuegos artificiales de por medio, generando una energía increíble.
Resumiendo en una sola palabra: espléntiful.
Excelente...que buen recital!
ResponderEliminarQué Bueno Martín !!!
ResponderEliminarY Qué Amigo tenés !!!! UN CAPO!!!!!
Además fijate qué bien te funcionó "La Ley de la Atracción"...
Realmente fue un RECITAL MEMORABLE...!
y VOS Y EL Dr. COCO ESTUVIERON ALLÍ !!!!!!!!
:))
Li.TUMA